EL MAR, OLEO SOBRE TELA, AÑO 2009.
EN EL SILENCIO DEL MAR
(SONETO)
En el silencio del mar, nuestra vidas
se juntaron; la luz resplandeció
entre tú y yo. Nuestro amor floreció
y el mar despertó cosas prohibidas.
Pero ni el mar ni tú tienen la culpa
de mi gran tentación desenfrenada,
que por sentirme bien enamorada,
llegué a cambiar dignidad por disculpa.
Mi ser durmió en el silencio del mar,
y una noche soñé que te perdía,
te busqué y jamás te pude hallar.
En mañanas frías dolor sentía.
Mi espíritu de nuevo quiso amar,
y por tu olvido, lloró su agonía.
Antonia Bibiano Castro Declamando EL Vendedor De Flores.
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